Silenciosamente, en el área de la salud se está produciendo un cambio que, una vez consolidado, debería traducirse en una mejoría en los flujos de atención en las congestionadas salas de espera de los centros médicos públicos y privados. Un cambio que viene asociado a tecnología desarrollada en Chile y que rompe un monopolio instalado desde hace muchos años en el sector.
Se trata del lanzamiento de un nuevo sistema para la emisión de bonos de salud electrónicos diseñado por la empresa nacional Medipass. El avance permitirá a los pacientes tener una nueva alternativa para proceder a comprar bonos Fonasa o de Isapres. Y, desde la perspectiva de los más de 2000 prestadores de salud en el país, dejar de depender de un único proveedor de este tipo de servicio.
Antes, la emisión de bonos electrónicos estaba reservada solo para I-Med, compañía que pertenece al fondo estadounidense Accel-KKR, que domina dicho mercado, así como el de las licencias electrónicas. La falta de otra opción se traducía en que los usuarios estaban en permanente riesgo de exponerse a alguna de las fallas del sistema que frecuentemente impedían concretar la compra de sus bonos, con las consiguientes molestias.
“Ahora hay una opción que evita la inestabilidad de la conexión, que es el inconveniente que siempre ha existido. La mayoría de los pacientes llega con el dinero justo para pagar el valor del bono, no tiene para cancelar la atención de forma particular, y cuando hay fallas se le genera la complicación de tener que salir a comprar el bono a otro lugar y atrasar su hora”, dice Esteban Neira, gerente general de Clínica Cath.
En todo caso, la competencia está desatada. I-Med anunció hace unos meses haber iniciado un plan de modernización que busca terminar con los “huelleros” y el pago del bono en las consultas. La idea, ha señalado la empresa, es pasar a un sistema de pago remoto en el cual los pacientes podrán pagar la atención a través de las páginas de los prestadores, e incluso en una aplicación móvil.
A su vez, en la medida que el sistema de Medipass vaya siendo introducido por diferentes prestadores a nivel nacional, el público tendrá la posibilidad de comprar bonos a través de dos sistemas operando en paralelo, lo que permitirá optimizar los procesos de atención. Los pacientes deberían comenzar a percibir una reducción en los tiempos de espera, permitiendo a los centros de salud, en especial los del sector público, aliviar la alta congestión de personas que suelen aguardar para ser atendidos. Cabe señalar que, en promedio, un paciente puede tardar entre 15 y 35 minutos previos a la consulta con algún especialista solo para comprar el bono en la recepción y esperar por su turno de atención.
“Ahora podemos elegir entre dos sistemas, o tener sistemas de respaldo para la emisión del bono en caso de falla, garantizando un precio más justo al ser un servicio más estable. Además, hemos observado que es más eficiente al momento de emitir la orden de atención y el control de caja”, explica Óscar Piergentili, socio gerente del Centro Médico Medigroup.
Innovaciones tecnológicas
La identificación de los pacientes mediante tecnología biométrica es otra innovación gracias a la cual Medipass evitará almacenar la huella digital y los datos de los usuarios, limitándose a solicitar el nombre y número del carnet de identidad. Aunque el sistema también emplea un lector de huella digital, este avance marca una gran diferencia respecto de la competencia y de otras plataformas que usan registros dactilares para realizar diversos trámites, los cuales sí se quedan con información de las personas.
“Evitando el enrolamiento estamos asegurando a los pacientes una mayor privacidad, adelantándonos a las disposiciones contempladas en el proyecto de ley que regula la Protección de Datos Personales”, puntualiza Alfonso Escobar, gerente general de Medipass.
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