Mucho se habla de que nuestra información digital es considerada un valor transable, solo comparable con el petróleo. Así se establece en el documental de Netflix “Nada es privado”, que muestra lo importante que es resguardar nuestra huella en línea.Vladimir Garay, director de incidencia de la ONG Derechos Digitales, agradece que así sea. “Al poner un concepto de monetización en nuestros datos, creamos conciencia. Hoy se habla de seguridad de nuestra información digital, y estamos frente al desafío de ir creando marcos regulatorios, una agencia que pueda hacerse cargo del tema, y también, aprendiendo sobre el valor de nuestra conducta en el mundo online”.
Y qué mejor que partir revisando la conexión en los hogares y su seguridad. Suele pensarse que la red establecida en nuestro hogar es garantía de protección de datos. Para Antonio Moreno, gerente divisional de Servicios Tecnológicos de Entel Corporaciones, los peligros al conectarse a un wifi público o privado no se diferencian.
“Los riegos son los mismos, pero el contexto es diferente. Las medidas de seguridad en las redes privadas pueden ser mayores, por ejemplo autenticando los puntos de acceso y los usuarios, así como controlando los posibles puntos de acceso falsos. El peligro es que no sabemos si nos estamos conectando a una red confiable, ya que los usuarios normalmente no están educados para identificar cuando una red de hogar ha sido hackeada”.
Esto se traduce, según Moreno, en que “podrían producirse robo de credenciales mediante suplantaciones de webs –web spoofing– o captura de datos que no estén cifrados”.
Sin embargo, las empresas ya están trabajando con nuevos y más altos estándares. “En el caso de VTR, WiFi hogar tiene en sus módems una clave segura WPA2 (sistema para proteger las redes inalámbricas) para evitar ataques o acceso de intrusos en la red. Además de estar configurados con claves de alta seguridad, que incluyen mayores caracteres, combinando números y letras”, explica Edwin Elberg, director senior de Desarrollo de Producto, Liberty Latin America.
Desde Wi-Fi Alliance aseguran que buscan aumentar la protección a diario de quienes usan esta forma de conexión. Andrea Torres, marketing PR para Wi-Fi Alliance, dice que “una buena configuración del router es crítica para mantener correcta la seguridad de la red wifi y evitar que entre cualquier intruso a robar ancho de banda o, quizás, manipular cualquiera de los dispositivos conectados a la red local. Y en cuanto a la configuración, el cambio de contraseña del administrador es un punto clave, pero no es lo único que debemos cuidar para conseguir una wifi segura partiendo por su puerta de acceso. También debemos educar sobre el uso de la información digital”.
La educación y los derechos, otro firewall
Vladimir Garay recalca lo importante que es cuidar la seguridad en la vida conectada, ya que es una prolongación de lo que hacemos online. Es decir, si nos cuidamos en la calle, también debemos tener conductas sin riesgo en las redes.
Desde VTR, coinciden. “Hemos desarrollado durante más de 10 años un programa de educación sobre seguridad en internet para niños, abarcando miles de escolares. Hoy, a través de nuestro programa ‘Convive digital’, estamos ampliando el alcance de esta iniciativa a padres y profesores, porque queremos ayudar a que cada familia pueda prepararse mejor para enfrentar la nueva cultura digital. Es fundamental conversar como familia sobre el uso que le damos al wifi en el hogar. Hoy es importante definir acuerdos de convivencia y respeto, además de aprender sobre los riesgos del acceso a internet. Estamos convencidos de que la tecnología bien usada puede transformar vidas para mejor”, señala Edwin Elberg,
Si la conexión cae en manos de ciberdelincuentes, se podría pensar que el cliente tiene derecho a queja frente a las empresas que prestan este servicio, pero no es así. Vladimir Garay, de Derechos Digitales, recalca que es mucho más complejo. “Si aplicamos la lógica que la vida conectada y la vida offline es la misma, las vulneraciones de seguridad son una preocupación. Pero hoy es prácticamente imposible que yo sepa quién intervino de forma maliciosa en mi conexión del hogar. Sin embargo, y gracias a el mayor interés de los ciudadanos por hablar de ciberseguridad, estamos planteando estos temas que aún son un terreno en construcción”.
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